Skip to content
Autismo Bata
Actualidad

Socializando entre las olas. Los monitores enseñaron a niñas y niños con autismo, que no hay nada imposible.

La Escuela de Surf de Prado, junto con la Asociación BATA, organizó en la tarde del pasado sábado, clases de surf para niñas y niños con T.E.A (Trastorno del Espectro Autista) en el arenal de Patos (Nigrán).El mar y las olas sirvieron de medio para que estas niñas y niños, con neopreno y tabla en mano, interactuaran con el entorno natural fomentando, así, sus habilidades sociales y comunicativas, al tiempo que se divertían practicando una nueva actividad.

Aunque el día no acompañó, las niñas y niños de la Unidad de Apoyo Ambulatorio de la Asociación BATA (Baión Asociación Tratamiento del Autismo), con sedes en Vilagarcía de Arousa, Tui y Santiago de Compostela, pudieron disfrutar de una experiencia inolvidable; zambullirse por primera vez como auténticos surfistas en el mar de la playa de Patos (Nigrán). Los monitores de la Escuela de Surf de Prado fueron los encargados, voluntariamente, de ayudar a los pequeños a meterse en el agua.
El objetivo de esta clase de surf es que las niñas y niños conozcan contextos naturales, como la playa, que participen en la comunidad y se relacionen con otros menores de desarrollo normal, a la vez que disfrutan de una nueva actividad.Ponerse un traje de neopreno puede ser algo muy sencillo, pero supone un auténtico desafío para estas niñas y niños, tal y como nos cuenta Carla Muleiro, psicóloga de BATA :»Para ellos puede suponer un reto muy grande porque es algo nuevo, desconocido, que conlleva experimentar cosas nuevas. Incluso hay niños que durante la semana fueron practicando en casa con camisetas de lycra para soportar mejor la sensación de estar apretado con los trajes».
El espectro del autismo es bastante amplio, aunque cada persona tiene sus características específicas, en general, tienen dificultades para la integración social, en el lenguaje y en la expresión oral. Por ello, este tipo de actividades suponen una oportunidad no solo para que se diviertan, sino para poner en práctica las habilidades sociales aprendidas gracias a BATA.
Para Montse Mon, madre de Mara y presidenta de la Asociación Un Máis de Tui, es muy importante resaltar que sus hijas e hijos forman parte de la sociedad, que aprenden igual que los demás, aunque sea a otro ritmo, y que con «paciencia» y «tesón»pueden realizar las mismas cosas que el resto.
«Ver la sonrisa de un niño cuando hace algo por primera vez, que vio en un sitio y que a lo mejor pensaba que era imposible, o es nuevo para él, ver su cara, su sonrisa, eso no tiene precio».Así, expresa Ángel García, monitor de la Escuela de Surf de Prado, lo que supone trabajar con niñas y niños con problemas de integración social. No es la primera vez que desde la Escuela trabajan con personas de este tipo, y por lo visto, tampoco va a ser la última.